El Papa Francisco, muy cerca de visitar Argentina
El Sumo PontÃfice podrÃa regresar al paÃs en otoño del año que viene. El motivo que avalarÃa ese momento y por qué el pedido de los cien obispos fue una señal.
A poco nomás de que Jorge Bergoglio fue electo comenzaron los vaticinios sobre su eventual visita a su patria. Pero todos ellos terminaron resultando errados: seis años después de aparecer en el balcón de la basílica de San Pedro como nuevo pontífice sigue sin venir. Por eso, cualquier nuevo pronóstico requiere abrazarse fuerte a la cautela.
Sin embargo, en los últimos días hubo una señal -o, al menos, así la tomaron los observadores que siguen con atención el quehacer eclesiástico nacional– de que el meneado viaje podría haber ingresado, finalmente, en la cuenta regresiva y que el otoño de 2020 sería el momento elegido por el pontífice para concretarlo.
Porque en esa dirección se leyó una reciente declaración de los cien obispos de todo el país con motivo del sexto aniversario de la elección de Francisco, que se cumplió el miércoles, en la que revelaron que en la visita que le harán en las próximas semanas le dirán que “no se prive de la alegría de visitar su país”.
Los obispos lo verán en tres tandas entre fines de abril y principios de mayo en el marco de la visita “ad limina apostolorum” (a los umbrales de los apóstoles), que todos los prelados del mundo deben hacerle periódicamente a quien ocupa el papado. Esta será la primera de sus compatriotas a Francisco.
¿Y por qué aquella mención fue una señal? Como la actual conducción de la Iglesia argentina está muy alineada con el Papa, los analistas del quehacer eclesiástico no creen que la hayan hecho sin haberla acordado con el propio Francisco. Porque, dicen, sería impensable una presión de estos obispos hacia él.
Hasta hora Francisco no vino a la Argentina porque en El Vaticano consideran que “no están dadas las condiciones”. Se refieren a que el Papa cayó en la grieta ideológica que divide a los argentinos y que su visita podría quedar envuelta en tironeos riesgosos que oscurecerían el viaje.
Ahora bien: si el Papa quiere venir en 2020, añaden, deberá hacer el anuncio antes de las elecciones presidenciales de fines de octubre. Por la sencilla razón de que si gana un peronista y el Papa luego lo anuncia se dirá que no venía porque no simpatizaba con Maurio Macri.
Y si Macri es reelecto, concluyen, no faltará quien diga que, al final, Francisco tuvo que dar el brazo a torcer y venir nomás, ya que – de lo contrario – el viaje quedaría muy postergado y quizá se produciría el hecho de que un Papa argentino no visite nunca su país.
Hay circunstancias religiosas que abonan la probabilidad de su visita en 2020. El primero de abril del año que viene se cumplirán los 500 años de la primera misa en lo que sería territorio argentino: en el actual Puerto San Julián, en la provincia de Santa Cruz.
Eso sí, los observadores creen que el eventual anuncio de la visita iría acompañado de una serie de propósitos del viaje. Por lo pronto, claro, su deseo de potenciar el quehacer católico en el país como pastor supremo de su Iglesia.
Pero Francisco buscaría contribuir a la unión nacional y al logro de acuerdos básicos ante los grandes desafíos que tiene la Argentina. Pero, de nuevo, hay que ser cautelosos con los pronósticos. Desentrañar el pensamiento de un jesuita no es fácil.
Por Sergio Rubin
Foto: Tandil Diario
Fuente: TANDIL DIARIO