MILLENIUM: UN TEMPLO EN LAS ALTURAS
El extinto papa Juan Pablo II, en ocasión del Jubileo del año 2000, sugirió edificar un gran monumento que quede en la posteridad. El proyecto, cuya idea se fue perfeccionando hasta la iniciación de las tareas de construcción, resume en sus esenciales lÃneas arquitectónicas, toda la historia de la civilización. El 24 de octubre del año 2010 quedó inaugurado este mirador en la cima del Cerro de la Paz, en la localidad de Puan. Hoy, a más de 7 años de ese dÃa, recordamos y destacamos las particularidades de esta edificación.
Quienes diagramaron este proyecto, los padres franciscanos Lamberto Franscioni y Pascual Di Saverio, pensaron este emblema como “signo visible de amor y gratitud de la comunidad de Puan a Jesucristo, a 2000 años de su nacimiento”. Con el respaldo de los ciudadanos del lugar, se armó una comisión ad hoc, denominada Pro Millennium, abocada a la obra, tanto en el plano de recaudación de dinero como en su concreción. Luego de cotejar varias propuestas constructivas, se convocó al Ing. Armando Nervi y al agrimensor Hector Comter, para llevar adelante los planos del Templo. La comisión realizó, durante más de 12 años, distintos eventos económicos para recolectar el dinero suficiente para la obra y en la actualidad, tiene más de 500 socios que colaboran con un aporte mensual y trabajaran para que se mejore la ruta provincial 76 que conduce al Millennium, buscando lograr que este esfuerzo sea convocante.
Sus 20 metros de altura indica cada uno de los siglos cristianos y sus 24 metros de diámetro representan las horas que completan el día. Luego de más una década de esfuerzo colectivo, el Templo Mirador Millennium Puan abrió sus puertas a todos aquellos que visiten la localidad.
La voz de un protagonista
Es una obra de ingeniería diseñada para ser ejecutada por oficiales albañiles. Se emplearon 3.500 toneladas de materiales: ladrillones mendocinos en el sector interno del monumento, piedra natural del cerro en las paredes externas y suelo cal para rellenar entre ambas paredes, que en el arranque de la base tienen un espesor de 3,00 m. El diseño se inspiró en los pozos romanos. Durante las guerras, los pueblos romanos ejecutaban un pozo desde la superficie hasta la napa freática. Como la recolección de agua se hacía en forma manual, descendiendo las personas hasta el fondo del pozo, hacían 2 rampas helicoidales (forma de hélice), una para descender y otra para ascender, para no tener entrecruzamientos entre la gente que bajaba y la que subía. Tengamos en cuenta que las rampas tenían un ancho de aproximadamente 40/50 cm y sin barandas. Los pozos tenían hasta 50 m de profundidad.
Con ésta idea llegó el Padre Pascual Di Saverio para que le desarrolláramos un proyecto pero que, en lugar de hacerlo excavado, lo quería en elevación. Para generar las rampas de 1,20 m de ancho + muro “baranda” de piedra de 0,40m tuvimos que proyectar rampas de hormigón de 1,60 de ancho. Para subir los 20,00 m de altura con una pendiente aceptable, le tuvimos que dar un desarrollo de 117,00 m, con lo cual la pendiente fue del 17%. Las 2 hélices que se van cerrando hacia la cumbre, se generaron a partir de separar los centros de las mismas una distancia de 3,50 m. De esta forma, podemos elegir un ascenso siguiendo el movimiento de las agujas del reloj, ascendiendo por la rampa que inicia al sur del monumento, y tras recorrer los 110,00 m llegaremos a la cima del mirador. Descendiendo por la otra rampa, también siguiendo el movimiento de las agujas del reloj, terminaremos en la rampa que termina al norte del monumento, sin cruzarnos con las personas que ascienden.
Como el monumento es hueco, internamente se generó un espacio de sección circular de 15,00 m de diámetro y una cúpula que tiene el citado diámetro y una altura de 18,00 m. Este espacio cuenta con una excelente acústica. Gran mérito tienen los albañiles que ejecutaron la obra, por varias razones. Juntaron cada piedra de colocada del cerro circundante, contando como herramientas un acoplado y un tractor. Las trasladaron hasta la base del monumento y la colocaron en su lugar, hasta alcanzar los 20,00 m de altura. Para subir los materiales, contaron con un auto-elevador y un balde con guinche, más conocido como “tacho-polaco”. Ing civil Armando Nervi
El Cerro de la Paz y el Cerro de la Fe constituyen las primeras estribaciones del Sistema de Ventania y se encuentran a 3 kilómetros de la planta urbana de la localidad de Puan. El primero tiene una altura de 305 metros sobre el nivel del mar. Desde ese lugar puede apreciarse una vista panorámica de la ciudad y sus alrededores. Además de contener al Millenium, comprende el paseo ecológico botánico San Francisco de Asís, el Jardín de la Paz entre las Naciones y la Gruta de la Virgen de Lourdes.
El Cerro de la Fe, a sólo unos metros del Cerro de la Paz, contiene al santuario de la Porciúncula Madre de Misericordia, Vía Crucis y Calvario, la Casa de Retiro, el Monasterio e Iglesia Santa Clara y amplia forestación.
En el cerro no había una sola planta, ni agua siquiera. Para elegir dónde perforar, en busca de este recurso, el padre Pascual tomó una piedra, comenzó a rezar y la tiró al aire. Ahí donde cayó dijo ”perforen” y no hubo ningún objeto que obstruyera el paso de las máquinas.
El padre Pascual marcó un centro, extendió una soga y con una regadera llena de cal blanca fue marcando la circunferencia ¡Él es el corazón del Millennium!, exclamó. Y allí se alzó la obra.
Características del Templo-Mirador
Se trata de una obra única en su concepción arquitectónica. Internamente el edificio está revestido con una doble pared de ladrillos a la vista. En los primeros 6,40 metros de alto se colocaron normalmente. Luego, y coincidiendo con el comienzo de la cúpula, los ladrillos cambian de posición y se asientan de canto, lo que le imprime a la pared la sensación de giro.
Entre el muro exterior de piedra, que tiene medio metro de ancho, y el interior de ladrillos, de 45 centímetros, hay una cámara de aire de tres metros en la base, que se va angostando a medida que se avanza en altura. Ese espacio se fue rellenando hasta los cuatro metros con grandes rocas que se volcaron con palas cargadoras y grúas. De ahí en más, y ante la imposibilidad mecánica, se empleó para el relleno otros materiales como greda y pedregullo mezclado con cal, lo que le otorga dureza.
Mide 20 metros de alto por 24 de diámetro.
Posee dos rampas, una ascendente y otra descendente, tipo caracol. Dos rampas helicoidales superpuestas y paralelas de 140 metros de longitud cada una, con una baranda también de piedra de 80 centímetros de alto por 40 de ancho, posibilitan alcanzar su plataforma superior. La ausencia de escalones permite el acceso de personas de toda edad y condición física.
Desde las alturas se pueden apreciar las vistas de la localidad: por un lado, las sierras, cerros, isla y laguna de Puan, y la forestación de la zona; y por otro, el ejido urbano e industrial.
La cruz de madera quebracho se encuentra en lo más alto de la plataforma de la obra. Su base es un reloj de arena que simboliza el tiempo y el significado de Jesucristo. Una Cruz en madera de quebracho lleva grabada en cada una de sus cuatro caras la letra M sobre la que se asentará el número romano III, en referencia al tercer milenio.
Se llega hasta el Millennium tomando la ruta provincial 76, desde el acceso a Puan, trayecto conocido como El Camino de Pichihuinca.
El pozo que provee de agua a todo el cerro está bendecido. Alimenta el terreno y la construcción a través de unas cañerías y llega hasta la gruta de la Virgen. También hay una canilla para la gente que quiera beber esa agua bendecida.
La obra cuenta con cuatro luminarias estáticas, que permiten apreciarla en toda su magnitud aún en la oscuridad.
El proyecto fue declarado de Interés Turístico Provincial.
Fuente: OYP.COM.AR